Nuestro carnaval nació grande; en su primer año ya era reconocido en el patio y sus vecinos; dando una demostración de buena dirección, creativo, reglas claras y definidas en igualdad de condiciones para los grupos y una competencia intramuros que lo catapultó al mapa de los carnavaleros. Tanto así que ya se hacían comparaciones con pueblos de muchos años en ese ejercicio cultural.
Todo esto se lanzó desde una plataforma ideada durante todo el año 1998, donde se formaron 11 de los 12 grupos que iniciaron, bajo las directrices de la Alianza Coordinadora del Carnaval y la Comisión Técnica; cada institución con un fin claro y diferente. La Alianza no era más que la coordinación exclusiva de cada uno de los dirigentes de los grupos, sin contaminantes para discutir la conveniencia del carnaval. Creó las reglas y hasta los colores que identificarían a cada grupo. La Comisión Técnica por su lado estaba organizada por las instituciones que intervenían en la ejecución del carnaval en el área del parque; integrada por la Defensa Civil, Cruz Roja, Bomberos Civiles, Policía Nacional, Dpto. de Arte y Cultura del Ayuntamiento Municipal y la Policía Municipal.
Desfilaron por aquí las mas connotadas orquestas, los correligionarios debatían en cada esquina el favor de su grupo y no quedó punto geográfico que se anduviera en busca de elementos que nos hicieran diferentes entre los iguales; cada grupo competía con la idea de ganar positivamente los comentarios de quienes los observaran, logrando galardones en el ámbito nacional.
Aunque desde el principio algunos pseudos carnavaleros acuñaban la idea de que el carnaval debía celebrarse a lo largo y ancho de la calle Duarte, nosotros hicimos caso omiso a ese punto de vista porque “lo pequeño” debe mantenerse junto, a fin de parecer mas fuerte; no podíamos pasar de un carnaval disperso en todo un pueblo y encausado en la zona del Parque a volver a la dispersión que una vez lo hizo leve.
Desde hace dos años las condiciones cambiaron tanto que ya no conocíamos nuestro carnaval; el Ayuntamiento decidió sacarlo del Parque Municipal, desplegando su celebración 5 calles más con una rifa dentro de una gorra; desmontando las tarimas de los grupos alrededor del parque. De manera arbitraria y preferencial algunos grupos no fueron sorteados y se alegraron al ver el ataúd pasar de quienes no asimilaron el cambio, más tarde, por ellos doblarían la campanas.
Este año 2008 ha sido el batir de todos los olores; no conforme con la barbaridad de haberle “amputado sus orígenes” a los grupos, ahora si le han puesto “la tapa al pomo”, cuando se llegó a negar la importancia de la Alianza Coordinadora (la cual nadie quiso rescatar, aduciendo poco funcionamiento, porque a muchos grupos le convenía dirigir y hacer ellos mismos lo que quisieran sin el cuestionamiento directo en la mesa de las discusiones); le entregaron la decisión al Ayuntamiento y se creó en su sustitución La Unión Carnavalesca de Fantino (que es casi lo mismo), aunque en carnaval hay una diferencia sutil entre UNION y ALIANZA, los grupos no deben unirse; por cuestiones de interés y estrategias, pero podrían hacer alianzas tácticas a fin de sacar cada uno el mejor provecho. Esta diferencia entre Alianza y Unión aunque asumimos un estilo meramente Vegano, no es tan marcada y hasta podría funcionar bien si los grupos son aliados bajo el nombre de la Unión.
Donde la “puerca retorció el rabo” fue en disolver la Comisión Técnica que en sus orígenes estuvo encabezada por la Defensa Civil y dirigida por la Alianza Coordinadora del Carnaval, o sea tomaron la palabra COORDINADORA de la antigua Alianza para colocarse en un punto más alto que los mismos grupos, porque antes era todo lo contrario, los grupos dirigían la Comisión Técnica, ahora esa Comisión dirige los grupos y las instituciones auxiliares; por ende todo el carnaval. Resulta que las decisiones de esa Comisión siguieron transformando todo a su paso “como Atila, rey de los Hunos”, convirtiéndolo en fiestas patronales.
De qué nos ha valido montar un buen espectáculo para elegir por primera vez la reina y la corte del carnaval, cuando en el momento preciso de un desfile para mostrar lo que somos no se le permitió a la vi-reina del carnaval subir a tarima, cuando el año anterior se coronó la princesa, vi-reina y la reina. En cambio varias personas que políticamente no tienen nada que ver con lo que está pasando, arriba debidamente identificados con sus carnés y hubo muchos miembros directivos que ni lo llamaron a subir y mucho menos algún papelito que los identificara.
Ahora nos debatimos dentro de una guerra de patrocinios municipales, o mejor dicho buscando uno grande para todos los grupos y mientras eso sucede cada grupo busca el suyo tratando de sobrevivir aunque sea con la competencia del patrocinio general; ahora no será raro ver el patrocinio total de la Presidente, un par de grupos con Brahma, otro con Brugal y la mayoría sin el favor de ninguno de ellos.
El primer domingo de un febrero en carnaval, al llegar a la zona de carnaval, vimos el viento correr por las calles vacías, sin la energía irradiada de los cuerpos briosos con sus vejigas en lo alto, haciendo de sus vistosos colores un “guayyy” con las manos sorprendidas.
Ya para terminar, debemos decir que la estampida de los grupos tradicionales y de algunos individuales que nos hacían reír con su creatividad, como Ney la Sarandela, Esteban Acosta, el Mello de Esteban y otros, a los cuales a nadie parece importarle su destino; va marcando la ruta y avanzando, aunque sea hacia lo desconocido de una Boca-Calle.
Todo esto se lanzó desde una plataforma ideada durante todo el año 1998, donde se formaron 11 de los 12 grupos que iniciaron, bajo las directrices de la Alianza Coordinadora del Carnaval y la Comisión Técnica; cada institución con un fin claro y diferente. La Alianza no era más que la coordinación exclusiva de cada uno de los dirigentes de los grupos, sin contaminantes para discutir la conveniencia del carnaval. Creó las reglas y hasta los colores que identificarían a cada grupo. La Comisión Técnica por su lado estaba organizada por las instituciones que intervenían en la ejecución del carnaval en el área del parque; integrada por la Defensa Civil, Cruz Roja, Bomberos Civiles, Policía Nacional, Dpto. de Arte y Cultura del Ayuntamiento Municipal y la Policía Municipal.
Desfilaron por aquí las mas connotadas orquestas, los correligionarios debatían en cada esquina el favor de su grupo y no quedó punto geográfico que se anduviera en busca de elementos que nos hicieran diferentes entre los iguales; cada grupo competía con la idea de ganar positivamente los comentarios de quienes los observaran, logrando galardones en el ámbito nacional.
Aunque desde el principio algunos pseudos carnavaleros acuñaban la idea de que el carnaval debía celebrarse a lo largo y ancho de la calle Duarte, nosotros hicimos caso omiso a ese punto de vista porque “lo pequeño” debe mantenerse junto, a fin de parecer mas fuerte; no podíamos pasar de un carnaval disperso en todo un pueblo y encausado en la zona del Parque a volver a la dispersión que una vez lo hizo leve.
Desde hace dos años las condiciones cambiaron tanto que ya no conocíamos nuestro carnaval; el Ayuntamiento decidió sacarlo del Parque Municipal, desplegando su celebración 5 calles más con una rifa dentro de una gorra; desmontando las tarimas de los grupos alrededor del parque. De manera arbitraria y preferencial algunos grupos no fueron sorteados y se alegraron al ver el ataúd pasar de quienes no asimilaron el cambio, más tarde, por ellos doblarían la campanas.
Este año 2008 ha sido el batir de todos los olores; no conforme con la barbaridad de haberle “amputado sus orígenes” a los grupos, ahora si le han puesto “la tapa al pomo”, cuando se llegó a negar la importancia de la Alianza Coordinadora (la cual nadie quiso rescatar, aduciendo poco funcionamiento, porque a muchos grupos le convenía dirigir y hacer ellos mismos lo que quisieran sin el cuestionamiento directo en la mesa de las discusiones); le entregaron la decisión al Ayuntamiento y se creó en su sustitución La Unión Carnavalesca de Fantino (que es casi lo mismo), aunque en carnaval hay una diferencia sutil entre UNION y ALIANZA, los grupos no deben unirse; por cuestiones de interés y estrategias, pero podrían hacer alianzas tácticas a fin de sacar cada uno el mejor provecho. Esta diferencia entre Alianza y Unión aunque asumimos un estilo meramente Vegano, no es tan marcada y hasta podría funcionar bien si los grupos son aliados bajo el nombre de la Unión.
Donde la “puerca retorció el rabo” fue en disolver la Comisión Técnica que en sus orígenes estuvo encabezada por la Defensa Civil y dirigida por la Alianza Coordinadora del Carnaval, o sea tomaron la palabra COORDINADORA de la antigua Alianza para colocarse en un punto más alto que los mismos grupos, porque antes era todo lo contrario, los grupos dirigían la Comisión Técnica, ahora esa Comisión dirige los grupos y las instituciones auxiliares; por ende todo el carnaval. Resulta que las decisiones de esa Comisión siguieron transformando todo a su paso “como Atila, rey de los Hunos”, convirtiéndolo en fiestas patronales.
De qué nos ha valido montar un buen espectáculo para elegir por primera vez la reina y la corte del carnaval, cuando en el momento preciso de un desfile para mostrar lo que somos no se le permitió a la vi-reina del carnaval subir a tarima, cuando el año anterior se coronó la princesa, vi-reina y la reina. En cambio varias personas que políticamente no tienen nada que ver con lo que está pasando, arriba debidamente identificados con sus carnés y hubo muchos miembros directivos que ni lo llamaron a subir y mucho menos algún papelito que los identificara.
Ahora nos debatimos dentro de una guerra de patrocinios municipales, o mejor dicho buscando uno grande para todos los grupos y mientras eso sucede cada grupo busca el suyo tratando de sobrevivir aunque sea con la competencia del patrocinio general; ahora no será raro ver el patrocinio total de la Presidente, un par de grupos con Brahma, otro con Brugal y la mayoría sin el favor de ninguno de ellos.
El primer domingo de un febrero en carnaval, al llegar a la zona de carnaval, vimos el viento correr por las calles vacías, sin la energía irradiada de los cuerpos briosos con sus vejigas en lo alto, haciendo de sus vistosos colores un “guayyy” con las manos sorprendidas.
Ya para terminar, debemos decir que la estampida de los grupos tradicionales y de algunos individuales que nos hacían reír con su creatividad, como Ney la Sarandela, Esteban Acosta, el Mello de Esteban y otros, a los cuales a nadie parece importarle su destino; va marcando la ruta y avanzando, aunque sea hacia lo desconocido de una Boca-Calle.
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