Por Yocasta Mendoza (Yokiss)
Estamos en tiempos de mariposas, por cumplirse un año más del aniversario de la muerte de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva, Maria Teresa); mi memoria trajo gratos recuerdos de mi niñez y el tiempo en que en mi querido pueblo Fantino existían LAS MARIPOSAS, es increíble que hoy no existan, eran muchas, de distintas especies y tamaños, por supuesto eran preciosas y de muchos colores. Estuve contándole a mis niñas lo linda que eran; por inocencia de mi niñez cometí errores con ellas, trataba de agarrarlas todo un día y cuando lo lograba, le amarraba un hilo y trataba de volar junto a las maripositas, (solo ellas lo lograban por corto tiempo, hasta que el hilo las asfixiaba), también existían las libélulas (o caballitos), esos, sí que eran difíciles de atrapar, pero más emocionante aun amarrarlos y hacerlo volar.
Le narré a mis hijas todos los trabajo que pasé en mi niñez, como, buscar agua a diario frente a lo que hoy conocemos como La Mina; cerca de donde permanece todavía la Fritura de Zuñilda. Recuerdo el polvo de las calles, tapizadas de tierra natural; no había computadoras y muchos menos Internet. Debía ir a diario a la biblioteca, rebuscando y copiando de libros y enciclopedias (así se aprendía más), ahora es diferente, hay muchas facilidades, las cuales debemos aprovechar; esos cambios hay que aceptarlos.
Les conté lo maravilloso que era para mi, ir a pies a Las Canas o a Guanamá a buscar mangos. El día antes seleccionábamos a qué lugar debíamos ir, ¿saben por qué? por que en cada lugar hay diferentes clases de mangos y por eso elegíamos el lugar el día antes, a nuestro gusto, teníamos que levantarnos temprano para que las vacas no nos ganaran la carrera hacía esa alfombra de frutas debajo de cada mata de mango. Teníamos mucho cuidado para que los dueños o encargados de las fincas no nos pillaran en el hecho.
Les hablé del Río Cuayá, de lo hermoso que era, de los buenos baños que nos dimos en él, especialmente en el Charco de Paco en Guanamá (en ese entonces, propiedad de Paco De León) ese me encantaba, por ende me gusta lo que se escribió en la pagina de Comedero Arriba, sobre que salvemos a nuestro RIO CUAYA. ¡Ayudemos con eso Karpov!
Mis niñas atentas, sonreían con mis anécdotas pintadas de mariposas con sabor a mango. Me dijeron que le gustaría hacer todo lo que les conté, por eso publico esto, para que todo el que tenga más de los segundos ‘ta, o sea, los 30 años, que halla vivido como yo estos relatos, no olviden nunca donde están nuestras raíces: Enterradas en el olvido de unas mariposas que el volar de las avionetas, portadoras de todo el veneno que les quita la vida y alivia los arrozales que todavía revolotean como verdes olas caribeñas al caer cada tarde y la nostalgia nos envuelve cuando llueve.
Por ultimo la frase que me dejo sin aliento, es de una de mis niñas con tan solo 7 años, me dijo: “Me gustaría tener alas para volar, pero seguir siendo yo misma”.
Aunque vivimos en Sosúa Puerto Plata, mis hijos aman a Fantino así como los amamos todos nosotros, siempre le hablamos de nuestro Pueblo y todas sus vacaciones siempre quieren estar allá, eso solo se lleva en la sangre de un autentico piñero.
Estamos en tiempos de mariposas, por cumplirse un año más del aniversario de la muerte de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva, Maria Teresa); mi memoria trajo gratos recuerdos de mi niñez y el tiempo en que en mi querido pueblo Fantino existían LAS MARIPOSAS, es increíble que hoy no existan, eran muchas, de distintas especies y tamaños, por supuesto eran preciosas y de muchos colores. Estuve contándole a mis niñas lo linda que eran; por inocencia de mi niñez cometí errores con ellas, trataba de agarrarlas todo un día y cuando lo lograba, le amarraba un hilo y trataba de volar junto a las maripositas, (solo ellas lo lograban por corto tiempo, hasta que el hilo las asfixiaba), también existían las libélulas (o caballitos), esos, sí que eran difíciles de atrapar, pero más emocionante aun amarrarlos y hacerlo volar.
Le narré a mis hijas todos los trabajo que pasé en mi niñez, como, buscar agua a diario frente a lo que hoy conocemos como La Mina; cerca de donde permanece todavía la Fritura de Zuñilda. Recuerdo el polvo de las calles, tapizadas de tierra natural; no había computadoras y muchos menos Internet. Debía ir a diario a la biblioteca, rebuscando y copiando de libros y enciclopedias (así se aprendía más), ahora es diferente, hay muchas facilidades, las cuales debemos aprovechar; esos cambios hay que aceptarlos.
Les conté lo maravilloso que era para mi, ir a pies a Las Canas o a Guanamá a buscar mangos. El día antes seleccionábamos a qué lugar debíamos ir, ¿saben por qué? por que en cada lugar hay diferentes clases de mangos y por eso elegíamos el lugar el día antes, a nuestro gusto, teníamos que levantarnos temprano para que las vacas no nos ganaran la carrera hacía esa alfombra de frutas debajo de cada mata de mango. Teníamos mucho cuidado para que los dueños o encargados de las fincas no nos pillaran en el hecho.
Les hablé del Río Cuayá, de lo hermoso que era, de los buenos baños que nos dimos en él, especialmente en el Charco de Paco en Guanamá (en ese entonces, propiedad de Paco De León) ese me encantaba, por ende me gusta lo que se escribió en la pagina de Comedero Arriba, sobre que salvemos a nuestro RIO CUAYA. ¡Ayudemos con eso Karpov!
Mis niñas atentas, sonreían con mis anécdotas pintadas de mariposas con sabor a mango. Me dijeron que le gustaría hacer todo lo que les conté, por eso publico esto, para que todo el que tenga más de los segundos ‘ta, o sea, los 30 años, que halla vivido como yo estos relatos, no olviden nunca donde están nuestras raíces: Enterradas en el olvido de unas mariposas que el volar de las avionetas, portadoras de todo el veneno que les quita la vida y alivia los arrozales que todavía revolotean como verdes olas caribeñas al caer cada tarde y la nostalgia nos envuelve cuando llueve.
Por ultimo la frase que me dejo sin aliento, es de una de mis niñas con tan solo 7 años, me dijo: “Me gustaría tener alas para volar, pero seguir siendo yo misma”.
Aunque vivimos en Sosúa Puerto Plata, mis hijos aman a Fantino así como los amamos todos nosotros, siempre le hablamos de nuestro Pueblo y todas sus vacaciones siempre quieren estar allá, eso solo se lleva en la sangre de un autentico piñero.
ELINCOMODO dijo...
TE FELICITO YOKASTA POR ESTE ESCRITO.A MI PARECER ES REFRESCANTE-SUBLIME-BIEN ELABORADO- BELLO.LA SENCILLEZ DE LAS PALABRAS USADAS NOS TRANSPORTAR A LAS SITUACIONES MENCIONADA.ES SUMAMENTE NOSTALGICO. DE NUEVO TE FELICITO POR EL MISMO.
TE FELICITO YOKASTA POR ESTE ESCRITO.A MI PARECER ES REFRESCANTE-SUBLIME-BIEN ELABORADO- BELLO.LA SENCILLEZ DE LAS PALABRAS USADAS NOS TRANSPORTAR A LAS SITUACIONES MENCIONADA.ES SUMAMENTE NOSTALGICO. DE NUEVO TE FELICITO POR EL MISMO.
1 comentario:
TE FELICITO YOKASTA POR ESTE ESCRITO.A MI PARECER ES REFRESCANTE-SUBLIME-BIEN ELABORADO- BELLO.LA SENCILLEZ DE LAS PALABRAS USADAS NOS TRANSPORTAR A LAS SITUACIONES MENCIONADA.ES SUMAMENTE NOSTALGICO. DE NUEVO TE FELICITO POR EL MISMO.
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