By el Dr. Merengue: El Síndrome de Estocolmo es un fenómeno en el cual el secuestrado le toma cariño al secuestrador, a tal punto que no quiere que le pase nada a su verdugo en el tiempo que dure el secuestro y mas allá de su cautiverio, sabiendo que es su enemigo letal y que para sobrevivir si tiene que ejecutarle, lo hará. Es complejo entender esto, pero cualquier psicólogo lo detallaría al instante. Preguntaría yo ¿tiene esto lógica que suceda? en verdad no lo sabremos.
Nunca tomaría como mía una canción con la cual una novia me lanzara al aire, pues el solo hecho de recordarla me traería los mismos momentos críticos de un pasado que no quisiera volver a escuchar jamás en mi vida.
No se quien le habrá recomendado la brillante idea al parredé de utilizar el tema musical “e’pa’ fuera que van”, la misma composición musical que los lanzó del Palacio con la sábana por un canto. Cada vez que alguien lo escucha recuerda aquel glorioso momento; por eso, esa canción debería ser un canto de chicharra para sus oídos; ahora resulta que es su tema de campaña, con voz imitada, letras acomodadas y el mismo fondo musical (porque parece que todo lo malo de la canción original, no le pega a las actuales autoridades), dejando solo el coro: “e’pa’ fuera que van” y “e’pa’ fuera que van”…
A menos que laves bien la ratonera en que atrapaste un ratón, no volverás a tomar otro en ella misma; lo que significa que, con esa canción ya no se saca a nadie del Palacio, aunque fuera a ellos mismos, en caso de que en aquel momento se hubieran quedado en el gobierno.
Ningún tema musical ha tenido tanta vigencia que alcance 4 años, aun en la revista billboard… que siga el hit parede (jiparei).
Nunca tomaría como mía una canción con la cual una novia me lanzara al aire, pues el solo hecho de recordarla me traería los mismos momentos críticos de un pasado que no quisiera volver a escuchar jamás en mi vida.
No se quien le habrá recomendado la brillante idea al parredé de utilizar el tema musical “e’pa’ fuera que van”, la misma composición musical que los lanzó del Palacio con la sábana por un canto. Cada vez que alguien lo escucha recuerda aquel glorioso momento; por eso, esa canción debería ser un canto de chicharra para sus oídos; ahora resulta que es su tema de campaña, con voz imitada, letras acomodadas y el mismo fondo musical (porque parece que todo lo malo de la canción original, no le pega a las actuales autoridades), dejando solo el coro: “e’pa’ fuera que van” y “e’pa’ fuera que van”…
A menos que laves bien la ratonera en que atrapaste un ratón, no volverás a tomar otro en ella misma; lo que significa que, con esa canción ya no se saca a nadie del Palacio, aunque fuera a ellos mismos, en caso de que en aquel momento se hubieran quedado en el gobierno.
Ningún tema musical ha tenido tanta vigencia que alcance 4 años, aun en la revista billboard… que siga el hit parede (jiparei).
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