17 julio 2010

De Pura Sangre

(Para Mi Abuelo)

Por ELINCOMODO.- Aunque su nombre era Domingo Jiménez todos en Las Canas le decían "Mingo". Era un hombre parrandero, jugador de gallos, bebedor y apostador emperdenido. Esta era una cualidad típica entre todos los Jiménez de antes y los de ahora. Mingo, había llegado desde Hato Mayor. Su padre Cirilo, residía en Chacuey desde 1899, antes de ahí había vivido Moca, ciudad esta que lo vio nacer.

Mingo, montado en su caballo, con traje negro y sombrero de alas ancha, saludaba con voz baja a todo el que pasaba a su lado. Nadie le preguntaba a donde iba, ya que todo lo sabían .

Iba camino a Cotuí, donde entre prostitutas, alcohol y juegos apostaría hasta la vida, si le fuera posible.

Era sábado y esa semana había vendido varias toneladas de Cacao, en el puesto militar de la Vega. Dicha mercancía sería transportada a los Estados Unidos. De hecho toda la producción nacional era llevada hacia "El Gran Hermano", como fruto de la intervención a que estaba sometida nuestra patria. Era el año de 1923,y las aduanas y todo el tesoro nacional estaba bajo el poder norteamericano.

En la cintura, Mingo, llevaba un revolver Smith & Wesson. Tenía permiso legal, ya que había perseguido y capturados a varios rebeldes en la zona. Algunos decían que cuando los gringos llegaron, había asesinado a varios Gavilleros, solo para ganarse el favor de estos .Esta versión la estuvo negando hasta el día en que murió. Pero la realidad es que Mingo era de los hombres que hacía lo que fuera, para estar en buena con el gobierno de turno.
Al cabo de tres días regresó a su casa. Estaba sin caballo, sin revolver y sin un céntimo en los bolsillos. Lo había gastado todo.

Al acercarse, como un gatito manso, vio a la comadrona que salía del rancho. Solo miró a los ojos de la partera, cuando
ésta le pasó por el lado y le dijo:
"Fue macho".Dijo ella. Luego hizo una pequeña pausa y agregó:

"Ojala que no salga igual que tu".Después se alejó rumbo a Quebrada Onda de donde era.
Mingo entró a la cocina; tomó agua, y cuando dió la vuelta; Anita, su esposa, estaba en la puerta.
"Se llama Primitivo, el muchacho" dijo Anita.

Mingo, entre dientes, sin mirarle a la cara, dijo secamente:
" ¿ Y a mí, que ?"
Ella lo miró con odio en los ojos y le dijo:
"Ojala no sea Jugador, bebedor, mujeriego y borrachón, igual que tu"
Dio la vuelta y se marchó hacia el bohío, con el recién nacido, quien luego sería mi abuelo, en sus brazos.

...ELINCOMODO...

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